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Televisión Española cierra 2022 quemando series a toda prisa, sin una estrategia definida y con un futuro nada alentador en cuanto a ficción nacional se refiere.
Si hubiese que hacer un balance del breve paso de José Manuel Pérez Tornero por la presidencia de RTVE, que ocupó desde marzo de 2021 hasta su dimisión en septiembre de este año, una de las conclusiones más sencillas de sacar es su nula apuesta por la ficción televisiva nacional. Bajo su mandato se ha puesto en marcha el Benidorm Fest, convertido ahora en uno de los buques insignia de la pública, y se ha pujado por los derechos deportivos, como los del Mundial de fútbol de Qatar. Las series, en cambio, han visto reducido su tiempo en prime time, así como el número de títulos que se ponen en marcha desde la pública, amén de que el trato que han recibido las estrenadas ha sido deplorable.
Al comienzo de noviembre, Televisión Española solo había estrenado tres series en todo el año, 'Cuéntame cómo pasó', 'Sequía' y 'Parot'. Alguien debió darse cuenta de que la sequía iba más allá del título de una de sus propuestas y decidió estrenar cuatro títulos más en el último trimestre del año, sin apenas promoción y con una estrategia de programación irrespetuosa para el espectador y para el propio producto. A marchas forzadas, como si hubiese que cuadrar cuentas antes de cerrar el año. Así llegaban 'Sin límites', 'Historias para no dormir', 'Fuego cruzado' y, la más reciente y aún en emisión, 'Fuerza de paz'.
De cara a la galería, quizás, parezca que se han salvado los muebles con la emisión de un número similar de ficciones a años anteriores (en 2021 fueron cinco y en 2020, siete). Sin embargo, y a pesar de que la cosecha anterior tampoco fuese la más fructífera, la gran diferencia entre este ciclo y los previos es que antes había algo más de cabeza a la hora de programar y mayor mimo al contenido. Las series han ocupado, tradicionalmente, una o dos noches por semana en el prime time de La 1 y la cadena siempre tenía preparada alguna apuesta estelar para cada trimestre; triunfase o no la serie, la intención estaba ahí. Este año ha habido meses sin ninguna serie en la parrilla y las que han salido han soportado horarios intempestivos y otros maltratos.
Tomemos por caso la última en salir a la palestra, 'Fuerza de paz'. TVE la estrenaba el miércoles 14 después del partido Francia-Marruecos del Mundial y le aseguraba así un buen arrastre. De los más de cinco millones de espectadores que vieron el encuentro deportivo, uno y medio se quedaron a ver la serie creada por Aurora Guerra, marcando un dato correcto para la cadena (10,8% de share). Sin embargo, la decisión que seguía resulta incomprensible: la pública no solo emitió ese primer capítulo de la serie, de 65 minutos, ni tampoco dos, sino que programó hasta tres episodios. El último solo mantuvo despiertos a 648.000 espectadores hasta las 1:20 de la madrugada. A la siguiente semana, el nuevo atracón confirmó la mala estrategia con cifras del 5,2%, 7,0% y 7,5% de share y un mínimo de apenas 420.000 espectadores.
No es la primera serie que recibe este maltrato. 'Sin límites', que se anunció durante la etapa de Rosa María Mateo como una gran apuesta internacional de altísimo presupuesto en coproducción con Amazon Prime Video, se quemó en dos noches (a razón de tres capítulos cada una), mientras que 'Historias para no dormir' se quemó en La 2, dentro de 'Versión española', pese a que se concibió como una apuesta estelar. Por su parte, 'Fuego cruzado', una coproducción con BBC que no despertó mucho interés en Reino Unido, aquí también se ventiló en una sola noche para sus tres entregas. Visto y no visto. Antes, 'Sequía' también pasó sin pena ni gloria por un prime time muy tardío: arrancó a las 22:45, mientras que sus dos últimas entregas fueron relegadas al late-night, a las 23:50.
El año televisivo de TVE se ha visto lastrado, además de por el desinterés de la casa, por su acuerdo con Amazon Prime Video. 'Parot', 'Sin límites' e 'Historias para no dormir' estuvieron disponibles en la plataforma con mucha antelación respecto al estreno lineal, meses incluso. Así, al llegar a la televisión pública se había perdido el factor de novedad y el interés mediático respecto a ellas. Lucían más como relleno que como un contenido de primera liga y la desidia de Televisión Española no ayudaba a cambiar la percepción.
En paralelo, TVE ha dado una incomprensible estocada a su ficción diaria, que aunque no sea la más llamativa es indudablemente un necesario músculo para la industria nacional que da trabajo a mucha gente. Cerraba este año 'Dos vidas' y la longeva 'Servir y proteger' sin un recambio listo, llenando la parrilla con la italiana 'Todo puede suceder' o la mexicana 'Diseñando tu amor' que no han despertado el interés del público. 'La promesa', el próximo serial nacional, prometía su estreno para "noviembre o principios de diciembre", pero aún no hay noticias.
Así cierra un annus horribilis y el futuro no es más halagüeño. Resulta decepcionante que TVE, que debería ser motor de la industria y ejemplo de riesgo, haya estrenado tan pocas series frente a la competencia privada (Netflix ha lanzado 15 series españolas, mientras que Movistar+, Atresplayer Premium y Amazon Prime Video han sacado 9 cada una). Por delante, está anunciada 'Los pacientes del Doctor García', adaptación de la novela de Almudena Grandes. El resto, es un interrogante.